
Last Updated on 19 mayo, 2023 by Joaquin
La prudencia es considerada la madre de todas las virtudes. Es la capacidad de tomar las decisiones correctas en lugar de seguir los antojos instintivos. La capacidad de autodisciplina mediante el uso de la razón, la previsión y la sagacidad. Aquellos no son imprudentes. Los que son prudentes son amables en lugar de ruidosos. No son imponentes ni abrasivos. Se mueven gentilmente a través de la vida, tocando las vidas de otros de una manera positiva. Estas cualidades también las tiene el restaurante Prudencia, en Bogotá. Les contamos un poco sobre este extraordinario lugar:
Cuando entras en el restaurante Prudencia, abierto en La Candelaria, el histórico centro colonial de Bogotá, ciertamente percibes un aire de gracia y serenidad. Esto le rinde completamente homenaje a su nombre. Una gran energía fluye a través de esta renovada casa colonial española.
Contenidos
Restaurante Prudencia en la Candelaria
Cuando llegas para un almuerzo de sábado por la tarde, los colaboradores te dan una cálida bienvenida y te acompañan a la mesa. Los meseros además te darán una guía completa a través del concepto del restaurante y su menú.
El restaurante Prudencia ofrece, en palabras de los propietarios, «alimentos de todo el mundo, con ingredientes locales, desperdicio mínimo. Una conexión con el entorno natural y técnicas de conservación que llevan tiempo, como ahumar y fermentar». Se describe el menú como «uno que vaga y educa». Nunca se establece, sino que ofrece un pequeño número de especiales diarios. Las personas que vienen al restaurante Prudencia «deberían estar dispuestas a seguir una aventura culinaria».
Recomendaciones de la casa
Te sugerimos comenzar la tarde de sábado con un gin-tonic de arazá bien merecido. Una refrescante variación con fruta amazónica de este cóctel clásico. Para empezar, pide aceitunas verdes con ciruelas caramelizadas bañadas en Armagnac, que es simplemente deliciosas.
Como plato principal te recomendamos elegir entre cerdo asado a fuego lento, filete de flanco, trucha ahumada con hinojo o pollo orgánico a la parrilla. Todas las opciones van acompañadas de arroz basmati con jazmín y cúrcuma fresca. También pueden venir con una mezcla de berenjena asada y champiñones. Tomates cherry con ensalada de pesto acompañaron nuestros platos, así como pan crujiente casero hecho con bayas azules e hinojo.
Todos los platos son cocinados a la perfección. El cerdo en especial es suculento y fragante. El pollo asado con hierbas es tierno, pero sabroso.
Carta de vinos y postres
La carta de vinos es muy completa y está compuesta en su mayoría por clásicos franceses. Entre estos vinos como Cabernet Sauvignons, Le Vigneau, Chateau le Vigoies y Caractere. Puedes acompañar tu comida con una copa o dos de un robusto Chateau les Marcottes, Burdeos.
Para el postre te recomendamos el créme de chocolate y naranja, que son suaves y cremosas. Una jarra de té de jazmín fresco puede completar una maravillosa sinfonía de sabores.
Concepto del Restaurante Prudencia
Prudencia es propiedad de Meghan Flanigan de la ciudad estadounidense de Baltimore. Su otro dueño es Mario Rosero de Pasto en el departamento colombiano de Nariño. Mario se graduó en el Culinary Institute of America en Hyde Park, Nueva York. Meghan y Mario se conocieron y se enamoraron en La Candelaria, y unos años más tarde, mientras vivían en los Estados Unidos, comenzaron a pensar en abrir un restaurante juntos.
Regresaron a Bogotá en 2013, con un bebé recién nacido y compraron una vieja casa colonial en ruinas con el sueño de transformarla en un restaurante de barrio. Simon Vélez, un arquitecto colombiano galardonado, famoso por su uso del bambú como elemento estructural central en sus diseños, restauró la casa para transformarla en un hermoso restaurante.
Ambiente
El lugar tiene luz natural, que atraviesa los techos, las paredes pintadas de amarillo, los grandes espejos y lámparas barrocas.
El trabajo de yeso de la época republicana y los bordes, los suelos de baldosas y las mesas de madera acompañadas por las icónicas réplicas de las sillas de Philippe Stark.
Una gran cocina abierta se encuentra a un lado del restaurante con su horno de leña, y un equipo ocupado de cocineros que preparan platos bajo la tranquila guía de Mario. En la parte posterior del restaurante, hay una huerta y un jardín de flores. También tienen un horno para ahumar carnes y verduras, así como un imponente árbol de Yarumo, nativo de los trópicos de América. Este mira por encima de la pared de los vecinos.
Meghan y Mario son propietarios orgullosos. Sienten al restaurante como una extensión de su hogar, y nos cuentan sobre su historia de vida y su pasión por las cosas simples de la vida.
Ellos hornean sus propios panes, procesan sus propios encurtidos, ahuman sus propias carnes y cultivan sus propias hierbas. Ellos educan en el hogar a su hermosa hija Sully y parecen ir por la vida a un ritmo diferente que el resto de nosotros.
Lejos de las multitudes enloquecedoras del centro de poder de Bogotá. Conocidos políticos, negociadores de paz, profesores universitarios y el actual alcalde son conocidos por cenar y relajarse en este oasis culinario.
Desde un punto de vista personal, y habiendo compartido esta experiencia en excelente compañía, me gustó la energía y la sensación de tranquilidad que envuelve al restaurante. Me fui no solo disfrutando de una gran comida, sino también pensando en la prudencia, madre de todas las virtudes. Pensé en tomar decisiones acertadas y bien informadas, en dejar atrás lo que es tóxico y en buscar la paz interior.
Las personas y los lugares tocan nuestra vida de diferentes maneras. El restaurante Prudencia es sin duda uno de esos lugares que deja una impresión duradera. Espero volver pronto. No dudes en visitarlo.
Prudencia – Carrera 2 No. 11-34